Fuertes críticas llovieron este martes durante la sesión plenaria que se realizó en el Concejo de Cali, tras el control político a los recursos del Fondo de Estabilización y Subsidio a la Demanda, Fesde, del MÍO.
Según los hallazgos de una auditoría exprés, que realizó la Contraloría de Cali, no se ha evidenciado un mejoramiento significativo en el servicio que presta este sistema de transporte masivo, pese a los recursos que se le han inyectado desde la Administración Municipal a través del Fesde.

“La satisfacción del servicio para los usuarios, que en el 2016 estaba por encima del 60 %, bajó a 54,3 % en el primer semestre del 2017. Si bien, las actuaciones adelantadas por Metrocali permitieron que la flota de buses aumentara y se mejorara la frecuencia de las rutas, la insatisfacción del cliente aumentó”, explicó Ricardo Rivera, contralor de Cali.


Según el órgano de control, esta situación se presentó porque la entidad operadora del MÍO, una vez se le inyectaron más recursos, no construyó nuevos indicadores respecto a los parámetros mínimos de calidad del sistema (frecuencias, estado de la flota, vinculación de buses, kilómetros recorridos), establecidos en el Índice de Calidad de Desempeño, ICD.

“La percepción del usuario es que el servicio del MÍO ha empeorado con el paso de los años, y aún así, no se han hecho los estudios técnicos necesarios para determinar donde están las fallas, con el propósito de construir unos nuevos indicadores que permitan medir el impacto de los recursos del Fesde”, precisó Ricardo Rivera.

Asimismo, Carlos Hernán Rodríguez, concejal de Cali, advirtió que, pese a la insatisfacción de los usuarios, cada año se le siguen inyectando más recursos públicos al sistema de transporte masivo.

“En el 2017 se le giraron los operadores del MÍO, recursos por $40.000 millones a través del Fesde. En este año, el monto ascendió a los $78.000 millones, de los cuales el Concejo condicionó que los contratos fueran renegociados con ellos. No obstante, hoy encontramos que, con bombos y platillos, celebran la re negociación de dos contratos con dos concesionarios, pero también, que hay otros dos que prácticamente están en un crisis financiera muy grande, con pérdidas acumuladas de más de $180.000 millones y que no han podido sentarse en la mesa de negociación con Metrocali. Esto es lamentable”, indicó el concejal.

“Recuperar el MÍO no se hace de la noche a la mañana”: Metrocali

Respecto al cuestionamiento de los indicadores, Nicolás Orejuela, presidente de Metrocali, señaló que con el fin de mejorar la frecuencia y el servicio del sistema, la entidad implementó un indicador de demanda basado en los kilómetros recorridos.


“Tomamos la decisión de ir al fondo de estabilización porque el sistema estaba a punto de colapsar al finalizar el 2016. En el 2017, el sistema logró recorrer más de 20.000 km diarios y sostener una flota de 620 buses, pero además aumentó su flota a 758 buses. Con esto se recuperó un indicador del 2015 porque se garantizó 45.000 usos adicionales que se habían perdido”.


A su vez, manifestó que el proceso de levantar este sistema de transporte masivo, no se hace de la noche a la mañana.


“Los recursos si han tenido un impacto, solo que este no ha sido el esperado. Un problema de diez años no lo podemos resolver en meses. Estamos trabajando y el camino para salvar el sistema está claro, agregó

¿Qué es el Fesde?

El Fondo de Estabilización y Subsidio a la Demanda, Fesde, se creó en el 2016 con el propósito de garantizar la sostenibilidad del MÍO a lo largo del tiempo y aliviar la crisis económica por la que atraviesa actualmente este sistema de transporte.

Los recursos del Fesde son financiados por la Alcaldía de Cali. En el año 2016 un total de $12.500 millones. En el 2017, según el concejal Carlos Hernán Rodríguez, se giraron $40.000 millones.
Para el año 2018, el Concejo de Cali aprobó $78.000 millones para subsidiar el MÍO. Sin embargo, cabe resaltar, que los recursos se le giran a los operadores, siempre y cuando estos garanticen a los usuarios un servicio de buena calidad.

Este fondo se creó amparado en el Plan Nacional de Desarrollo del 2015, en el que se dio la posibilidad a los entes territoriales para que puedan aportar recursos de su presupuesto o de fuentes alternativas para inyectarlos a los sistemas masivos, asumir ese faltante y, de esta forma, mejorar sus niveles de servicio.

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