La planta de tratamiento de lixiviados ubicada en el antiguo basurero de Navarro presenta serios problemas, pues no está funcionando y tiene inconvenientes con la membrana que evita  la contaminación de las aguas.


En una visita sorpresa a la planta de tratamiento de lixiviados de Navarro, antiguo ‘basuro’, el Contralor de Cali encontró que desde hace una año la planta no funciona.

“Efectivamente no viene funcionando desde el 30 de septiembre del 2017, es decir, llevamos seis meses largos sin funcionar”, aseguró el contralor, Ricardo Rivera.


La situación sigue siendo la misma desde el 13 de marzo de 2017, fecha en la que se realizó la visita y se constató que la planta no funcionaba debido a que no se había legalizado contrato alguno para su mantenimiento y operación.


A esto se suma también que las lagunas de almacenamiento de lixiviados número uno, dos y tres siguen presentando un gran deterioro de la membrana geotextil, elemento que contribuye a la impermeabilización del suelo y que evita la contaminación de aguas subterráneas y superficiales.


“Es por eso que se le hace un llamado para que se recupere la geomembrana de la piscina que ya lleva cerca de 15 meses”, reiteró el funcionario.


Como se recordará, la planta de tratamiento de lixiviados fue construida con dineros del Fondo Nacional de Regalías por un valor de 13 mil millones de pesos y la operación fue entregada a la recién creada Unidad Especial Administrativa de Servicios Públicos Municipales, que tampoco ha seleccionado el nuevo operador de la planta.


Es por eso que, “la planta no está operando y ya llevamos muchos meses, además de que vamos a tener que esperar mucho más a que se firme el contrato, a que se termine la licitación y empiece a operar la nueva empresa”, indicó Rivera.


Pese al contrato con una cooperativa para la limpieza de malezas y bombeo de lixiviados, el Contralor cree que la no operatividad de la planta está ocasionando impactos negativos al ambiente y por ende a la comunidad caleña.


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